Cuando yo era joven no había internet.
No teníamos la posibilidad de conseguir prácticamente TODO en cuestión de minutos.
Los frikis teníamos que vivir/disfrutar con el material friki que encontrábamos por ahí.
Y no había nada más evocador que el arte de los libros de DUNGEONS AND DRAGONS.
Cada imagen era una historia que te hacías en tu cabeza.