No se si lo sabréis, pero las guarderías son una maldita lucha sin cuartel por la supervivencia del más apto, donde, en contadas ocasiones, parece reinar una falsa apariencia de calma y quietud, incluso de buen rollismo, pero donde cualquier mal gesto con un juguete o incluso una mala mirada puede desatar la batalla más cruenta que uno pueda imaginarse.
Es por eso que a mi vástago, para educarlo de manera práctica, antes de irse a dormir yo no le leo "Los tres cerditos" o "Caperucita Roja" como la gente normal, yo le leo EL ARTE DE LA GUERRA, de Sun Tzu.
Y he hecho bien, porque ha resultado perfectamente aplicable en su entorno diario. Dejad que os cuente un ejemplo:
El otro día, cuando Juls Jr. entró en su clase, vinieron todos los niños a saludarle con sonrisas y alegría, pero de pronto, vino ese nuevo mocoso descerebrado y abriéndose paso a empujones entre el resto de alegres niños le soltó una palmada malintencionada en el pecho a mi hijo.
La profesora actuó rápidamente y separando a los niños, se llevó al descerebrado a parte para explicarle que no se pegaba a los otros niños, que "eso esta muy mal".
Mi hijo, que en esos momentos había pasado de la sorpresa más absoluta a una calma tensa, lucía una mirada extraña...
"Triunfan aquellos que saben cuándo luchar y cuándo no"
Pasado el momento y solucionado "aparentemente" el conflicto, todos los niños se pusieron a jugar con sus cosas, pero yo seguía viendo a mi hijo algo pensativo mientras se acercaba a la mesa a pintar. Se comportaba de una manera introspectiva, concentrado en el color que tenía en la mano y en la hoja de papel que tenía delante...
"Antiguamente, los guerreros expertos se hacían a sí mismos invencibles en primer lugar, y después aguardaban para descubrir la vulnerabilidad de sus adversarios"
Una vez mi chiquillo pintó un sol precioso y muy detallado (y no lo digo porque sea su padre), empezó a echarle miradas al niño descerebrado descubriendo que había empezado a jugar con un coche de madera pasándolo por encima de un cuento y estropeándolo un poco ya de paso.
Mi hijo siguió pintando algunos garabatos estilizados y muy bonitos sobre el papel con diferentes colores mientras no perdía de vista al niño violento.
"El que está bien preparado y descansa a la espera de un enemigo que no esté bien preparado, saldrá victorioso"
El niño descerebrado dejó el coche de madera y empezó a coger cuentos acolchados para estirarlos e intentar romperlos, como de seguro su naturaleza destructora le impelía a hacer.
En ese momento, mi hijo se separó de la mesa y pegando su espalda a la pared, comenzó a moverse siguiendo la pared muy despacio.
"Desplázate suavemente en la dirección por donde seas menos esperado"
El niño descerebrado había decidido restregar el cuento contra la cabeza de una niña con fuerza aprovechando que la profesora estaba cambiándole el pañal a otro niño y no les podía prestar mucha atención al resto de chiquillos.
En ese momento Juls Jr. decidió entrar en acción y empezó a alejarse de la pared dirigiéndose de forma errática al centro de la clase, mirando al suelo, seguramente buscando algún juguete con el que pasar un buen rato.
"El arte de la guerra se basa en el engaño. Por tanto, cuando es capaz de atacar, ha de aparentar incapacidad; cuando las tropas se mueven, aparentar inactividad"
De repente, mi hijo salió de su estado errante, se dirigió como un rayo hacia el niño descerebrado que en ese momento estaba de espaldas molestando a la niña inocente y le arreó un manotazo en la cabeza con la mano abierta.
Con la misma rapidez con la que llevó a cabo su ataque se dió media vuelta y desapareció del lugar moviéndose tan grácil y sigilosamente como un ninja envuelto en una sombra de humo oscuro en una noche sin luna.
"Aquel que domina el artificio de la diversión saldrá victorioso"
El niño descerebrado se giró para ver quien le había arreado y lo que vió más cerca suyo fué a otro niño sentado y jugando con un instrumento musical en las manos totalmente ajeno al drama que se había desarrollado unos segundos antes.
La limitada inteligencia del niño descerebrado le hizo levantarse e ir a pegarle al pobre niño músico, que recibió un golpe seco en la cabeza, y reaccionando a la defensiva, empezó a mover los pies para tratar de alejar a su atacante, que a su vez se llevó una patada en la espinilla.
"Avanza por caminos apartados y engaña a tu enemigo con señuelos"
Y aquí termina esta pequeña historia de traición, estrategia, y venganza, esperando que haya sido del agrado de vuestras mercedes.
Moraleja: mi hijo es fuerte y aprende rápido, uno de los finales que barajamos su madre y yo es que finalmente acabará liderando la resistencia contra Skynet y su ejército de máquinas del futuro, postraos ante él y mostradle el respeto que merece, bitches.
¡Hasta la vista frikis!
PD: Este pequeño relato es una dramatización extrema y totalmente ficticia de la vida de un niño de guardería. Cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia.
PD2: Basado en hechos reales.
PD3: Estas postdatas no son las contradicciones que estáis buscando...