Empecemos con uno de esos momentos en los que un hijo te pone en tu sitio rápidamente:
El otro día, en el museo de ciencias naturales con mi hijo:
- ¡Mira, cariño, mira esto que guay!
- Jo papá, ¡es que te paras en todos los sitios!
- ...
Avergonzándome delante de todo el mundo, bajé la cabeza, contuve mis lágrimas y fuí detrás de mi hijo sin decir nada...
Sufriendo este tipo de cosas es como te forjas en la paternidad.
¡Hasta la vista frikis!
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