Pues efectivamente, me gustaban Jose Luis Moreno y Mary Carmen y sus muñecos.
Sí, creo intuir donde me coloca eso, pero me da igual, me hacían gracia. Recuerdo que me reía mucho con esos muñecos: Rockefeller el cuervo cabreado, con Monchito el niño impertinente, con Doña Rogelia la abuela pasada de vueltas, con Nicol el pato obseso sexual (familiar de Howard sin duda) y con Rodolfo el león homosexual.
Era un tipo de humor que a veces resultaba ofensivo o algo verde, y en aquella época eso era algo muy delicado, pero como lo decía un muñeco ¡parecía darle igual a todo el mundo! Así que siendo muy joven lo veía entusiasmado y me reía como sólo un niño podía hacerlo...
El otro día me enviaron un vídeo de este hombre, Jeff Dunham, un americano que sigue haciendo humor con muñecos de trapo y me descojoné de la risa, así que vamos a disfrutar de nuevo con ¡un ventrilocuo!
Achmend, el terrorista muerto
Melvin el superhéroe
Walter
Achmed, el terrorista muerto, celebrando la navidad
Nunca me pareció importante lo de si se notaba que hablaba la persona, lo gracioso era lo que decía el muñeco y la voz que ponía... pero es que a este tipo no se le nota nada de nada, joder.
2 comentarios:
Me he asustado al empezar a leer tu post, me temía lo peor : que ibamos a sufrir de nuevo el "toooma moreno". Tengo que reconocer que también me gustaban los ventrílocuos, aunque siempre pensé que se le notaba mucho a Mari Carmen y sus muñecos. Y no tanto al moreno.
¿Te crees que solo de ver a Achmend ya he empezado a reirme ? Enhorabuena no solo al ventrílocuo sino al diseñador del muñeco. Silence !!!
Si, es bueno este tío, ya había visto yo alguna cosa suya.
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