Dios creó el mundo en seis días, y en el séptimo descansó. Por lo tanto el siete mola.
Hay siete pecados capitales: soberbia, avaricia, ira, envidia, lujuria, gula y pereza (de estos tres últimos soy un gran devoto).
Cuando echas un buen polvo estas "en el séptimo cielo".
Existen siete categorías de ilusiones (a mí me gusta la 7: penetración), siete colores en el arco iris, siete notas, siete días de la semana, siete sacramentos, siete virtudes teologales... e infinidad de casos más donde el siete aparece como símbolo dominante.
Es por ello que el destino le reservó un lugar especial en el mundo del cine, la evocadora trilogía de los SIETE.
Todo empezó con la gran obra de Kurosawa "Los siete samurais".
Siete samurais sin amo, siete ronin, organizan y adiestran a los granjeros de un poblado para poder defenderse de los ataques de unos bandidos mu malos que los superan ampliamente en número. ¡Y todo ello por un miserable plato de arroz! hay que tenerlos muy bien puestos, sí señor.
Aquello fué una inspiración para el western americano.
Para esta película John Sturges reunió a un gran elenco de buenos actores: Yul Briner, Steve McQueen, James Coburn, Charles Bronson, etc... para avanzar un poco más en la épica de los siete defensores de la Justicia frente a la Opresión.
Y por fin llegaron los magníficos 80, donde Roger Corman decide cerrar esta trilogía con un broche de oro: Battle Beyond the Stars, traducida genialmente en España como "Los siete magníficos del espacio". Alguien se preguntó ¿para qué demonios darle más vueltas con el título? ¡Bien hecho, muchacho, bien! sinceridad en la traducción, una gran novedad.
Cabe destacar la aparición del grandísimo actor Robert Vaughn, que después de aparecer en la segunda entrega de esta maravillosa trilogía, tuvo el buen criterio de repetir en la tercera. Mencionar que Robert ya había trabajado anteriormente con Corman en Yo fuí un cavernícola adolescente (Teenage Caveman, 1958).
En fin, en esta tercera película se repite el planteamiento de las otras dos pero ampliando sus fronteras morales: de pueblo asediado a planeta en peligro, y de lanzas o rifles a naves espaciales y lásers ¡un gran avance, sí señor!
Además Corman añade, con buen criterio, a una reina vikinga semidesnuda como protagonista (Sybil Danning), lo cual siempre mejora la estética de una película ¿verdad chicos?
Y hasta aquí la clase maestra de hoy, otro día más y mejor, no lo olvidéis.
Y contádselo a vuestras amigas.
PD: Siete novias para siete hermanos, de la que ya hablamos un día en este blog, es un capítulo aparte.
1 comentario:
Ohh!!! Los siete samurais !!! magnífica película, todavía recuerdo el amor entre el samurai joven y la joven hija de un granjero.... cuanto dolor... nada que ver con la alegría que transmite la película siete novias para siete hermanos.... mi número favorito es el 3, pero claro 3+3 son 6 y una, 7 !!! que casualidad... el 7 es un número mágico...
Y hablando de Ana Morgade, veo 2 talentos que valen por 7 !!!
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