No había internet (¡oh Dios Mío! ¿hubo una época sin internet? ¿la prehistoria?).
Sin prácticamente material friki que llevarse a la boca, la obsesión por Dragon Ball que arrasaba entre los frikis se vuelca en coleccionar fotocopias de Son Goku y adláteres (permitiendo, de paso, que las papelerías hagan su agosto a costa de miles de meriendas perdidas).
En aquella época de sequía material llegó lo que todos los frikis deseábamos: una colección de cromos de DRAGON BALL!!!!!!!
Una pequeña editorial llamada EDICIONES DEL ESTE se adelantó a todo el mundo y sacó al mercado una colección de cromos de nuestros dibujos animados preferidos. Parecía que todo era alegría y alboroto en Frikiworld, pero para mí la sorpresa fué mayúscula cuando descubrí de qué iba el asunto: el álbum era una simple caja de cartón feucha, gris y endeble que había que ensamblar con un precario sistema para poder guardar los cromos.
La primera vez que la ví solo pude pensar una cosa: INDIGNANTE.
Mi obsesión por la calidad, tras toda una vida de fascinación ante cualquier mierda mínimamente friki, alzó la cabeza por primera vez en su historia y, abrazando el principio de MOLONIDAD SUFICIENTE, me negué a comprar aquella mierda pinchá en un palo (sí, en aquella época usaba dicha expresión, era joven).
Es más, en respuesta a tamaño insulto decidí hacerme una caja de madera en la asignatura de plástica para las clases de marquetería. Dicho y hecho: tomé las medidas de los cromos, serré y ensamblé una caja cojonuda. Para terminar le pinté un KAME-AME y algún que otro rayo en los lados, y en la tapa, para rematar, le pegué una ilustración recortada de la Tele Indiscreta, FUCK YEAH!
Sí, lo sé, ¿dónde mierda esta la calidad ahí? ¡Tendría 12 años, capullos! Pero efectivamente, visto ahora, con el tiempo y la experiencia acumulada, tampoco es que la caja sea muchísimo mejor, pero al menos la hice yo con mis propias manos y es mucho más resistente y molona, ¿o no? Lo cierto es que a día de hoy la caja todavía esta intacta.
En fin, la cuestión es que empecé a comprarme sobres casi inmediatamente y descubrí con estupefacción que muchos de los cromos que me salían eran una auténtica CAGADA. Un montón de ilustraciones feas y ridículas que no se parecían en nada a lo que veíamos en la televisión todas las tardes con el bocadillo de nocilla entre las manos.
¿Cómo se atrevían a llamar a ESA MIERDA una colección digna de DRAGON BALL? ¿por qué Akira Toriyama permitía aquel atropello con sus personajes?
Un nuevo insulto que no estaba dispuesto a tolerar: me negué en rotundo a hacerme la colección entera, ni siquiera llegaba a los mínimos de calidad requeridos por un niño de E.G.B. por amor de Dios.
Conseguiría los cromos que me molasen y al resto podían darles mucho por el culo.
Ya que no había álbum donde pegar los cromos, no veía por qué demonios tenía que terminar la colección entera y ver cada día esos horribles dibujos amorfos realizados por un amateur de pacotilla. Yo mismo hacía dibujos de pacotilla en casa, no tenía por qué aguantar también la visión horrorosa de otro.
Por aquel entonces ya era un chaval con algunas cosas claras. Pocas, eso sí, pero para empezar no estaba mal.
Pero las ofensas perpetradas por EDICIONES DEL ESTE no habían terminado allí, ¡oh, no, amigos! No podían haberlo dejado allí, no, además de la horrible caja-álbum y las espantosas ilustraciones, a algún descerebrado imbécil se le ocurrió poner un orden absolutamente personal a la colección...
¿En serio? ¿en serio? ¿quien fué el puto genio que decidió poner aquel orden?
Para que me entendáis, al principio de la colección salían TODOS los cromos de Goku, es decir, desde bebé cuando llega a la tierra con la nave, hasta cuando se enfrenta a Freezer en el planeta Namek. ¿No es absurdo? Con los primeros cromos de la colección ya conocías toda la serie de Dragon Ball, ¿dónde estaba la progresión? ¿los retos? ¿los nuevos personajes?
Otro ejemplo, el cromo de PILAF, uno de los primeros y más carismáticos enemigos de Goku, aparece en el número 69, y KRILÍN, al que conoce MUCHO más tarde, aparece con el 32... ¡no tiene sentido!
¡¿A qué coño estaban jugando?! ¿Nos jodían a propósito?
Por supuesto, yo me pasé su ridículo orden por el forro de las cojones y mi colección la coloqué en un estricto orden cronológico correspondiente a la serie de televisión, como Byrne manda.
Otra cosa que no entendí nunca es porque demonios le dedicaban 3 o 4 cromos a un mismo personaje totalmente olvidable, mientras que a otro mucho más molón le dedicaban solo 1 o 2. Aunque me imagino que, ignorando cualquier criterio razonable, sería un personaje del que tenían más material disponible y lo aprovechaban para hacer un cromo más. Algo que me entristece profundamente como friki comprometido con la MOLONIDAD.
Y de los textos de detrás de las tarjetas mejor no hablar...
Una colección totalmente fallida y olvidable... cuyo material conservo como oro en paño y con entrañable cuidado. ¿Contradictorio? Los frikis somos así, damas y caballeros. Nuff said.
Y aquí termina la historia, si habéis llegado hasta aquí habréis sido testigos de uno de los episodios más extraños de mi vida infantil. El momento en el que fuí consciente de mi compromiso con la calidad en los productos frikis: MOLONIDAD y CRITERIO.
Todo un hito para llegar a ser el friki high-level que escribe hoy en día aquí.
¡Hasta la vista frikis!
7 comentarios:
¿Alguien puede explicarme como narices se consigue hacer la pose del cromo "fuerza bruta""?
En serio... creía que el kamasutra tenía posturas imposibles... pero viendo esa imagen hasta me parecen de lo más natural ahora...
Las colecciones de cromos esconden más frustraciones infantiles que prácticamente cualquier otra cosa. Cuando no eran del todo fieles a la "realidad", faltaba algún cromo maldito que era imposible de conseguir...
Jaja, yo también hice esa colección, creo que fue la única de cromos que terminé, que orgulloso estaba!
Donde andarán... me encantaría encontrarlos
@Mateo: Efectivamente la ilustración es una ida de olla bastante malsana. Habría que castigar a unos cuantos por ello.
@Toni: Cierto, pero ¿y el subidón que te invadía cuando encontrabas el último cromo de la colección? Mejor que la heroína, chaval. Y luego estaban los bajones, claro.
@Jorx: ¡Todos estamos orgullosos de nuestros cromos! Yo también he perdido algunas colecciones que me molaban mucho... es doloroso. Te acompaño en el sentimiento.
¡Yo recuerdo esa serie de cromos!
Os la vendo!!
Para mí la mejor colección. Os la vendo. 140 cartas 140000 euros.
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