sábado, 30 de noviembre de 2013

Un casual gamer en League of Legends


Algunos compañeros de trabajo me han hecho entrar en este mundo de perversión e ira llamado League of Legends.





Yo antes era un jugador casual feliz jugando al Tiny Death Star, al Robot Unicorn Attack 2, o si quería algo más hardcore online me ponía con el Mushroom Wars, que mola de la hostia.

Se que después de este comentario habré perdido el respeto de algunos de vosotros, pero recordad algo: me importa una mierda. Es una filosofía de vida muy simple, pero muy productiva, que os recomiendo a todos. La gente no dice más que gilipolleces, así que antes de empezar a decir algo y antes de tomarse en serio lo que dice una persona cualquiera, recordad esta frase: "me importa una mierda". Os pondrá en una correcta prespectiva rápidamente. Filosofía totalmente necesaria para jugar al LoL.

Pero, ¿qué es el League of Legends?




Para jugar a este maldito juego tienes que aprender una cosa muy rápido: NO MUERAS.

Y lo siguiente que tienes que aprender es: Cómprate unas putas botas para huir rápido.

Sí, estas dos reglas básicas pueden parecer algo realmente mierder, y no os dejéis engañar, SON realmente mierder, pero al mismo tiempo son de las cosas que lo hacen este juego realmente interesante.

Además esta lo de escoger a un personaje entre ciento y pico personajes que hay (no se cuantos hay y tampoco me importa ¡soy casual!), porque, como he comprobado a las malas, lo de escoger a la tía vestida como una furcia y que enseñe más carne, ha resultado ser una mala idea. Buuuuuuuuuu!!!!!!!!

Las siguientes reglas que resultan ser importantes en el juego llegan mucho más allá del umbral de tolerancia de un jugador casual: 5 roles diferentes, una estrategia que es la óptima y hay que jugar así porque si no eres un noob y te petan, docenas de habilidades diferentes, docenas de objetos que potencian diferentes habilidades, bonuses varios... un puto coñazo, vaya.

Y esa falta de interés por mi parte en toda esa profundidad (coñazo) del juego hace que aflore una de las características más personales de este juego multiplayer: el insulto indiscriminado durante las partidas.



Un insulto que, en ocasiones, se empieza a practicar nada más empezar la partida porque algún jugador hace algo que se sale de las normas establecidas. ¡Ni siquiera esperan a ver si ganan o pierden!

Por supuesto, al final de la partida, puedes hacer justicia y, mediante un botón, puedes reportar a un jugador a los tribunales del LoL.

Yo me imagino dichos tribunales como un concilio de poderosísimos jugadores... de 12 años, con camisetas de la DragonLance, en el salón de casa del que tiene más ranking, mientras beben fanta naranja y toman decisiones importantes que harán temblar los cimientos del League of Legends. ¡¡¡ Temblad, frikis, hoy vamos a banear algunas cuentas del LoL !!!




Pero en Frikis Inside no recomendamos un simple y absurdo intercambio de insultos como si fuéramos bien pagados tertulianos de Intereconomía, aquí lo que nos gusta hacer en esos casos es trollear. Así que os vamos a dar unas cuantas opciones para cuando os envíen un típico mensaje del: "are you idiot?"


         I'm telling my mum!

         How old are you? [Law force my to tell you I'm a rehabilitated sexual offender].

         Oh, are you in a gold league? I'm so impressed by your stupid level.

         Yes! I'm an idiot, and you have to be so smart and handsome.

         I like how express yourself, please, tell me more stupidities.

         I'm not virgin. Win. I have an ugly, but REAL, girlfriend. Win twice.

         You gonna report me? OMG, I'm hearing the LoL police in my door.

         Are you smurf? I heard the blue skin goes away when you practice sex. With other human being.

         I'm level 7, and you figured out I'm noob? Are you the fucking Sherlock Holmes?

         I know who you really are, wait 21 minutes and go to the door, ok? My fist has to tell you something.

         The real world confuse you, right?

         You are so good in LoL... tell me your adress and I'm gonna send you 5 dollars.



Si pudiéramos convertir toda la ira y el odio que genera League of Legends y convertirla en enrgía, se terminarían los problemas de abastecimiento energético mundial en dos semanas. Pero además sobraría para enviar unas 20 misiones a Marte de ida y vuelta A LA SEMANA.

Ese comportamiento furibundo viene del axioma que todo el mundo es bueno jugando al LoL. Si ganas es que eres un jugador cojonudo, pero si pierdes han sido los de tu equipo que son unos gilipollas y unos imbéciles que no tienen ni puta idea de jugar y son unos jodidos noobs a los que habría que prohibirles el acceso a internet. ¡Cabrones!

Pero no todo va a ser malo, el League of Legends también nos ha traído mogollón de variedad de cosplay para guarrillas, que a todos nos encanta.



Al parecer hay gente que se dedica profesionalmente a jugar al League of Legends y ganan mucho, pero MUCHO dinero, y eso les hace respetables.

No.

Por esa regla de tres deberíamos respetar a Belen Esteban, o a Cristiano Ronaldo, o a Enrique Iglesias.

Echemos un vistazo a los que jugaron la gran final del League of Legends en 2013:




Juraría que uno de ellos trabaja en el todo a 100 de debajo de mi casa, pero no estoy seguro. Y a otro lo he visto en el bar Manolo, dos calles más allá, cuyos parroquianos han cambiado el carajillo de anís del mono por los rollitos de primavera mientras juegan al domino. Puta multiculturalidad.


¡Hasta la vista Frikis!

domingo, 24 de noviembre de 2013

Aventuras en Bucarest I

Frikis Inside ha visitado Bucarest en busca de vampiros y hombres lobo, ¿para eliminarlos? ¡por supuesto que no! para que se unan a nuestra cruzada contra los emos y los gafapastas.




Lamentablemente no hemos encontrado a ninguno, ni siquiera uno de esos vampiros gays de pacotilla que brillan a la luz del día y son vegetarianos... a ese sí que lo habríamos matado.

El viaje de ida empezó de forma extraña, el tipo que tenía al lado en el vuelo en un momento dado cogió las instrucciones de seguridad y la bolsa de potar, y después de mirar ambas durante un período de tiempo absurdamente largo, dejó las instrucciones en su lugar y empezó a leer lo que había en la bolsa de papel.

¡¡¡El tipo decidió que era más productivo leer la bolsa de potar que algo que, eventualmente, le podía salvar la vida!!! Aquello no fué muy tranquilizador. En ningún sentido.

Y tampoco quiero resultar ofensivo, o dar alas a los estereotipos nacionales, pero las azafatas estaban maquilladas como actrices porno. Y ahí lo dejo.

De camino del aereopuerto al hotel, en un taxi DACIA, lo que más vimos fueron Iglesias y Casinos. Y coches DACIA.




¿Alguien sabía que la marca DACIA venía de Rumanía? Yo no, pero he de decir que tal y como conducen por allí, donde temí por mi vida en un par de ocasiones, mi respeto por los coches DACIA ha aumentado sensiblemente. Si ese coche aguanta lo que un rumano le hace hacer, es que ese coche lo aguanta todo.

Una vez en el hotel tuve una idea fantástica para poner el mundo a mis pies, que es donde merece estar, así que, antes de que se me olvidara, fuí corriendo al escritorio barroco de la habitación y descubrí que había solo 2 folios, pero, extrañamente, había 4 sobres... ¿qué demonios esperaban que enviara en los otros dos? ¿mierda?

Con esa idea perturbadora decidí meterme en la cama, pues ya era tarde y al día siguiente me esperaba un largo día de reclutamiento de monstruos que seguramente agotaría hasta Nacho Vidal.

¡Hasta la próxima entrega Frikis!




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