Teniente Richard Winters. El protagonista, aunque para ser exactos me gustaría decir que no es la estrella absoluta como pasaría en otro tipo de seriales. Al igual que se desprende del libro, el actor consigue mantener el carisma para ser exigente y a la vez correcto con la tropa. Según se comenta en el libro fue propuesto para la Medalla de Honor del congreso, pero parece que el trámite se perdió por algún despacho. Posiblemente el papel de su vida.
Capitan Sobel. Cuando pensé que este papel lo interpretaba David Schwimmer (el popular Ross de friends) empecé a tener mis dudas. No sé la razón, pero creo que siempre nos cuesta más aceptar en un papel dramático a un actor de comedia. Más teniendo en cuenta que el rol que representaba era el de oficial cabrón. Prejuicios aparte, me gustó ese tono cómico que desprendió en momentos contados (como cuando tiene que cortar la alambrada). Eché de menos la broma que le hacen varios miembros de la tropa al intervenirle durante un simulacro (descrita en la novela pero que no se incluyó en el metraje).
Capitán Nixon. Bueno, alguien tenía que ser el bebedor de la compañía ¿no?. Bromas aparte, la verdad es que en muchas ocasiones le recordamos por su afición a Vat 69 y los esfuerzos que dedicaba a obtener dicho whiskey. Como pertenece en cierto sentido al área de inteligencia no le veremos en primera línea de combate. Parece que no podía tragar con el sargento Compton, pero eso nunca se vió en la pequeña pantalla.
Capitán Spears. Me encanta como han transmitido el carácter de este personaje, en los primeros capítulos de la série casi nunca le ves los ojos, bien debido a que se trata de una escena nocturna o porque llevaba el casco ligeramente caído y la cámara intencionadamente arrojaba la sombra sobre el área visual. Parece casi un personaje de cómic: pasado oscuro, sin piedad con los enemigos, con porte heróico cuando lo necesita y saqueador si se requiere. De leyenda.
Soldado Webster. uno de los soldados universitarios y de Harvard nada menos. Tal vez una de las frases más recordadas y que refleja el nivel de cultura entre alguno de sus compañeros y él (además de por lo divertido) se da en una conversación con Liebgott cuando discutiendo sobre los estudios, éste le pregunta algo así como:
- Bueno y ¿tú que estudias?
- Literatura
- ¿Ah si? a mí también me gusta leer.
- ¿Y que lees?
- Flash Gordon
Realmente hay muchos más personajes intersantes: Buck Compton, el doctor Roe, Lipton o Malarkey por citar a unos cuantos. Pero tampoco es mi intención extenderme más en este punto.
Pasemos pues a comentar otra de las joyas de la mini-serie: la banda sonora. Compuesta por el ya fallecido Michael Kamen. Entre sus otros trabajos destacan: X-Men, Robin Hood príncipe de los ladrones, Los inmortales, Aventuras en la gran ciudad y las sagas Arma letal y La jungla de cristal (Die Hard). No sólo se dedicaba al cine, también contaba con colaboraciones con otros músicos (recordad el Metallica: S&M donde él dirigía a la orquesta de San Francisco).
El disco se podría dividir en dos partes: las dos primeras suites podrían pertenecer perfectamente a una obra de música clásica. Yo lo veo como un bonus track o material adicional para el que compre el disco, ya que el contenido de estas dos piezas no están casi presentes en el metraje. El resto del disco (o segunda parte) es el esperado; puede que a veces eche a faltar la música de algún momento puntual, pero así y todo sólo hay una etiqueta para definirlo: impecable.
Llegados a este punto es casi necesario hacer mención a la composición de John Williams para Salvar al soldado Ryan. Posiblemente haya gente que Band of Brothers le recuerde a la banda sonora de la película; creo que la partitura del maestro Williams tiene un toque de melancolía mientras que la de Kamen ofrece un tono más épico. Aunque yo no soy musicólogo y a cada cual le puede parecer más o menos acertado mi enfoque.
De un total de 20 pistas que contiene el disco, mis recomendaciones son:
* El Main theme (cómo no) y su versión en réquiem
* Las dos suites
* The Mission Begins
* Parapluie
* Buck in hospital
* Austria
Pueden parecer pocas, pero estoy casi seguro de que la duración de las canciones anteriores se acercará al 50% del total.
Para finalizar me gustaría tratar un tema paralelo, que es el de los videojuegos basados en la segunda guerra mundial, centrándonos en los shooters en primera persona. Si hemos tenido la suerte de asistir a la evolución de este tipo de juegos en las (casi) dos décadas desde que apareció un clásico como Wolfenstein 3D de la mano de Id Studio comprobaremos que en los inicios tampoco tenía sentido distinguir entre juegos basados en la segunda guerra mundial o en el futuro (Doom, Quake,...). La acción se limitaba a: encuentra la llave X que abre la puerta Y para poder matar al jefe Z y así continuar al siguiente nivel; de camino recoge todas las armas, municiones y demás efectos personales que puedas para sobrevivir y defenderte lo mejor posible de las hordas que impedirán tu avance.
Como siempre la tecnología ha hecho posible que los videojuegos se acerquen más a una experiencia cinematográfica donde tú eres el protagonista. Hoy en día ya hablamos de superproducciones al estilo Hollywood (por todos es sabido que la industria ya hace tiempo que superó al cine y a la música en ingresos).
Volviendo al tema principal, creo que la salida al mercado de Medal of Honor podría marcar el punto de inflexión en el desarrollo de los shooters. El éxito se debió a varios factores: gráficos impresionantes, sonido espectacular (especial mención para las armas), sensación de acción contínua, banda sonora de película compuesta por -en ese momento desconocido para el gran público- Michel Giacchino. Si mal no recuerdo, si esperabas al final de los títulos de crédito aparecía un: directed by Steven Spielberg.
Return to Castle Wolfenstein. De aparición casi simultánea con Medal of Honor, no es un juego de guerra sino ambientado en esa época. Tiene un toque fantástico que lo hace entretenido con nazis buscando relíquias para lograr el ejército perfecto, jefes al final de nivel, armas espectaculares y una ambientación oscura muy al hilo del argumento. No podía faltar en ninguna estantería.
Call of Duty tomó el testigo de Medal of Honor para mejorar la jugabilidad de su "antecesor". Uno de sus éxitos fue incorporar zoom para todas las armas. También el goteo contínuo de tropa ayudaba a que no te quedaras solo en el caso de que aniquilaran a tu equipo. En la segunda parte podrías además recuperar el total de salud si permanecías a cubierto el tiempo suficiente.
Brothers in arms era de alguna forma más estratégico que los anteriores comentados. Aquí de poco servía hacer de héroe para enfrentarte a los enemigos. Tenías que atacar o defender junto con tu equipo. Apuntar bien el arma con el ratón no garantizaba un buen tiro, sólo el hecho de reducir al enemigo con dos o tres frentes de ataque y disparar sin cesar podía garantizar la victoria. Suele pasar a menudo que cuanto más real es el juego menos jugable es, es ley de vida. Nada más por hoy, sé que había algunos juegos más que recordar, pero tampoco es cuestión alargarme indefinidamente. Como conclusión dejamos el trailer de la secuela de Band of Brothers: Pacific.