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viernes, 18 de abril de 2008

Portadas de Conan

Hace un tiempo os hablé de cómo debía realizarse un buen comic de Conan, donde, entre otras cosas, comentábamos algunas directrices para realizar el diseño de las portadas de los comics. Pero como todos sabemos, toda norma tiene sus excepciones.

Pero no cualquiera puede hacer una portada que no siga las Directrices, no nos equivoquemos, el que asuma el riesgo de dibujar una portada de Conan que no sea como mandan los cánones debe ser un tipo carismático, popular y con estilo.

Hoy voy a hablaros de dichas excepciones, realizadas por unos dibujantes no relacionados íntimamente con nuestro bárbaro favorito pero sobrados de experiencia y calidad en sus dibujos.

Empezaremos por nuestro adorado Mignola.



Aquí vemos a Conan enfrentándose a un demonio-serpiente de los que ya se ha cargado miles, no se por qué siguen intentándolo la verdad, deben compartir la capacidad de memoria con los peces porque si no ya deberían saber esos demonioncillos que van a acabar mutilados, quemados o con una espada clavada en medio de la cara.

Esta portada se le permite porque es Mignola y punto.

Podemos seguir con McFarlane.



Aquí vemos como el dibujo flojea un poco. Sí, Conan esta rodeado de esqueletos, ensangrentado y con la ropa hecha jirones, ¿pero no quedaría mejor con una mujer semidesnuda agarrada a sus fornidas piernas? ¡Hostias pues claro! ¿Y esa espada? Joder, si parece un escuchimizado florete, ¡hazla más grande, coño, que estamos entre bárbaros!

Ahí has fallado McFarlane, un suficiente raspadito, raspadito.

Y seguidamente tenemos al gran Jim Lee.



Nuestro pequeño amigo coreano ha hecho un primer plano de Conan enfrentándose a Red Sonja, bien. No vas desencaminado. Pero algunos de vosotros podríais preguntar ¿dónde esta el monstruo en esta portada...? pero si fueras una de las prostitutas de la ciudad de Shadizar lo sabríais, ¡guardado en el taparrabos del bárbaro, por supuesto!

Jim, es un dibujo correcto, porque sacas a Conan con una tipa dura de roer, pero también es obvio que es francamente mejorable. Sigue así e inténtalo de nuevo.

Luego tenemos un caso extraño de masificación de personajes obra de Arthur Adams, como si hubieran utilizado una viñeta en lugar de hacer una portada.



Podemos diferenciar claramente a Conan, la mujer, el monstruo e incluso al opcional mago que está detras del monstruo, hasta ahí bien, pero ¿y los otros? ¿quien demonios son? Exprimiendo nuestras ya paupérrimas neuronas podemos suponer que al especímen no femenino que agarra el monstruo es amiguete de Conan (difícil profesión, amigo) y el que intenta ¿golpear? a Conan es el típico maloso con muy mala leche y poco seso en la mollera.

Lo que no sabe ese matón es que está a punto de cometer el peor error de su vida, porque aunque Conan esté arrodillado, dándole la espalda, con una espada rota en su mano y viendo a dos amiguetes suyos de rehenes... va a acabar pateándoles el culo al matón, al hechicero, al monstruo y de paso le va a pegar fuego a todas las propiedades de los malosos de turno (las que no se pueda llevar en una bolsa, se entiende).

Conclusión: aún siendo una portada demasiado recargada hace su efecto, porque queremos comprarnos el comic para ver cómo finalmente muerden el polvo a esos payasos que han creído poder enfrentarse con el puto mejor bárbaro de toda la historia CONAN.

Y eso es todo, amigos frikis, otro día profundizaremos más en los temas de estudio sobre Conan, su mundo y su arte.

martes, 18 de diciembre de 2007

Conan, creando escuela

Existen una serie de reglas básicas para crear y dibujar las historietas de Conan, y por extensión de la fantasía épica, que debemos cumplir a rajatabla si queremos que llegar a unos mínimos de calidad aceptables para nosotros, los bárbaro-frikis.

Portadas

Las portadas de los comics de Conan, por norma general, deben contener como mínimo dos o más de los siguientes elementos: un Conan (obvio), una mujer voluptuosa ligerita de ropa (preferentemente agarrada a las musculosas piernas de Conan) y al menos un monstruo, siempre más grande que Conan, y mejor cuanto más feo y feroz.

Opcionalmente se puede cambiar al monstruo horrible por una docena de soldados armados en pose pendenciera o también mostrar al hechicero/bruja que domina al monstruo en segundo plano.

La unión de estos tres elementos, Conan/mujer/monstruo, nos garantiza una portada épica y de buen gusto, que hará nacer el deseo de comprar dicho comic a cualquier friki varón heterosexual.

Compañeros

Conan no es muy pródigo en compañeros de aventuras, y hace bien, porque normalmente no suelen sobrevivir mucho tiempo. A no ser que sean pesos pesados como Red Sonja, una mujer cuya idea de armadura se basa en un minúsculo bikini de escamas de acero (con un par de ovarios). De todas maneras, si un amiguete de aventuras de Conan es medianamente listo, acabará abandonándolo antes de que se empeñe en salvar a la hermosa princesa de los brujos negros que la tienen secuestrada, si no, es probable que acabe criando malvas o devorado por algún horror primigenio. La vida del secundario es así de dura en el mundo hyboreo.

Reino Animal

Las horribles mutaciones o el crecimiento desproporcionado de simios, arañas, murciélagos o gusanos que se encuentra Conan en exóticos parajes siempre nos proporcionarán una buena y entretenida pelea. Si queremos darle a esta situación una intensidad añadida, debemos reducir el arma de la que disponga Conan, es decir, cuanto más pequeña sea el arma utilizada mayor tensión introduciremos en la acción: espada, espada rota, espada corta, cuchillo, daga y así hasta llegar a las manos desnudas, que debería ser el cenit de la historia.

Seres del abismo

Conan es el mayor exterminador de demonios y seres del abismo que ha existido y existirá nunca. No hay bichejo paranormal, por muy grande que sea, por muy lejana dimensión que venga, por muchos tentáculos, alas, pinzas, pezuñas, cuernos o garras que tenga, al que nuestro héroe no pueda clavarle 5 palmos de acero hyrkanio en el punto exacto para poder acabar con él. Su opinión es: Si se mueve en nuestro mundo puede sangrar y si puede sangrar, puede morir. Y así es, SIEMPRE.

Mujeres

En los comics de Conan, las mujeres cuya edad este entre los 16 y 35 años no podrán aparecer vestidas con más tela que una gasa semitransparente que muestre más carne que la que oculte. Si fuese invierno, todo estuviese nevado y la mujer estuviese a la intemperie, en ese caso única y exclusivamente, podrá llevar encima una capa de piel sobre los hombros, pero siempre abierta cuando este Conan presente. Su simple mirada puede calentar el cuerpo de una mujer mejor que el cálido fuego de un hogar.

Finales

En los mejores finales de las historias de Conan, en la última viñeta, nuestro cimerio favorito le asegura a una moza/mozas (siempre dos mejor que una) de muy buen ver, que durante la próxima semana y hasta que se le acaben las joyas/dinero que ha robado/ganado/recuperado van a pasarlo realmente bien. Y no es una petición ni una pregunta, es una afirmación, porque Conan SABE que ellas se lo van a pasar de miedo.


Si seguimos estos simples criterios podremos crear historias dignas de ser leídas por generaciones de frikis pajilleros, aunque seamos conscientes de que por mucho que lo intentemos, nunca podrán ser tan buenas como las del maestro Robert E. Howard. Alabado sea por siempre.


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