Como introducción, aquí va una tira cómica que me encontré en DeviantArt y que ilustra perfectamente un shoujo estereotípico:
Y con esto ya queda todo dicho. ¡Hasta otra!
No, es broma.
Sin embargo, sí que es verdad que, pese a la gran variedad de temáticas que puede abarcar el shoujo -fantástica, histórica, de instituto, etc. con una componente romántica adicional en muuuchos casos- la inmensa mayoría de series termina reproduciendo en mayor o menor medida los clichés de la tira cómica, además de muchos otros. Esto en sí mismo tampoco es demasiado grave, un género en un videojuego, cómic, novela, etc, se podría definir como una acumulación de una serie de tópicos, pero en el caso del shoujo llegan a extremos ridículos. Y conste que aquí la que suscribe ha leído -y lee- series shoujo con cierta frecuencia.
DISCLAIMER: Evidentemente, voy a generalizar bastante. Soy más que consciente de que hay excepciones a la norma.
Por ejemplo:
La protagonista femenina
Una constante en un 80-90% largo de las series que he leído hasta la fecha es su profunda estulticia (vamos, que es más tonta que las piedras). Además de este rasgo característico, una protagonista estándar es una chavala que va al instituto, no particularmente guapa -o a lo sumo un “patito feo”-, insegura, tirando a torpe en los estudios, deportes o la cocina, y su aspiración vital en muchas ocasiones se reduce a la secuencia encontrar novio->marido-amo->...->profit! Sería el ejemplo perfecto para un manual de la sección femenina.
Supongo que todo esto facilita la identificación de la lectora estándar de un shoujo con la protagonista, poniendo el listón lo bastante bajo como para que un mayor número posible de gente pueda pensar “si este pedazo de escoria termina pillándose al guapo yo también podré enrollarme con el Jonathan José”.
Entiendo que las Mary Sues -personajes tan, tan perfectos o “cool” que en realidad dan asco, véase el mítico Poochie- provocan repelús (a mí la primera) y es difícil sentirse identificados cuando la inmensa mayoría de la gente moriremos estancados en un pozo de mediocridad, pero no puede ser tan difícil crear un personaje equilibrado con cualidades en las que destaque, otras que no y alguna meta más allá de ser...nada, o una persona sometida en mayor o menor medida a su marido. En fin, será mi mentalidad gaijin, feminazi y judeomasona.
A pesar de todo esto, se las arreglan para resultar lo suficientemente moñas...quiero decir monas, inocentes, altruistas, etc, etc, como para enamorar a su contrapartida masculina y muy probablemente a otros varios tíos más.
En algunos casos, los menos, la protagonista sí consigue sobresalir en los estudios, deportes o (¡increíble!) ambas cosas, y tiene una personalidad más fuerte. Generalmente no será porque tenga una mente privilegiada (¡quita, bicho, que eso nos quita lectoras!) o un físico fuera de serie, sino porque trabaja duro, sacrificando amistades, familia y novios -hasta ese momento, claro- en pro de ser la número 1. Sin embargo, la llegada de un ser superior, su contrapartida, pondrá su arrogancia en su sitio -¡Hasta aquí podíamos llegar!
-, y frecuentemente la prota irá involucionando hacia el primer estereotipo.
El protagonista masculino
Por alguna extraña razón la mayor parte de personajes masculinos de la serie terminan enamorados de la protagonista. Sin embargo, uno suele destacar de entre los demás.
Donde la prota era normalucha, mediocre y de clase media-baja, el protagonista es un tío súper-guapo, rico (aunque frecuentemente vivirá solo mantenido por unos padres con los que no se lleva bien), inteligentísimo, misterioso, posiblemente con un pasado oculto del que nada se sabe, con una habilidad innata para todos los deportes, y quizás con algún familiar europeo/yanqui, que le da más glamour. Por supuesto, todas las compañeras de clase de la prota le irán detrás, llegando a los extremos de montar clubs de fans del tipo en cuestión y abusar física o verbalmente de la protagonista por la osadía de decirle hola.
Pese a todas estas diferencias, el prota suele enamorarse de la pánf...de ella por su bondad inmanente y porque, como decía mi abuela “mira qué riquiña es”.
En cuanto a su personalidad, suele tratarse de dos tipos:
1) El “malote” (que en el fondo no lo es tanto), en diversos grados: los más bestias suelen llegar a tratarse de personas con tendencias psicópatas que tratan a la protagonista como un trapo y una herramienta a la que se pueden tirar en cualquier momento en que así lo deseen (pero son ricos, guapos y súper inteligentes de la muerte, así que se les perdona). La protagonista, sumisa que es ella, aceptará incondicionalmente -bueno,después de gritar y llorar un rato- porque lo ama.
El grado más leve de “malotes”, que es el que más abunda en las series, suele ser simplemente socarrón, y como el niño que tira de las coletas a la niña que les mola en el cole, les gusta hacer “de rabiar” a la protagonista.
2) El pagaf...el buen chico. Por lo general, comienzan como segundo plato, hasta que la protagonista abre los ojos y descubre que nadie la va a querer como él. Dado que son la opción más aburrida a priori por ser menos dada al conflicto, este tipo de personajes son menos frecuentes como protagonistas masculinos, y su lugar se ve relegado al de vértice en un triángulo (o polígono) amoroso más o menos evidente.
Sin importar el tipo, cuando a la prota le ocurra algo (típicamente, cuando pierda su goma de borrar o un acosador la intente violar), allí estará él cual príncipe azul para protegerla y apalear al malhechor.
Seguro que me dejo algún topicazo más relacionado con los protagonistas. Si alguien conoce más, ¡que colabore! En próximas entregas, personajes secundarios, tramas o mascotas estúpidas, cualquier cosa es posible.
Firmado: Ithil
Dios Mío, Ithil amenaza con seguir hablando del manga, y del shoujo y de más cosas como esta... esperemos que la secuestren un clan de niñas seguidoras de esta aberración y le peguen con un martillo en las manos hasta que prometa pasarse al comic serio y de calidad, es decir, al comic de superheroes Marvel de los 70 y los 80.
8 comentarios:
Interesante post...
A lo largo de la historia, la dominación de la mujer por parte del hombre a nivel mundial es bastante general, pero en Japón llega a unos niveles bastante excéntricos, lease los Maid Cafes.
Espero no ser el único pero me voy a sincerar, la imagen del protagonista masculino me hace replantearme mis gustos... ¿sobre comics? ¡por supuesto que no!
El concepto de feminazi me ha fascinado, inmediatamente mi mente ha viajado a "Ilsa, la loba de las SS", inicio de una saga de películas de la cual Joss es un gran fan y de la cual espero que escriba un post dentro de poco. Ilsa lo merece.
Juls, el tio ese es un imposible. No se puede ser tan fuerte, atlético, guapo, rico, misterioso, etc. Así que te estás enamorando de algo utópico. Pero puedes encontrar un hombre al que moldear, al que intentes acercar a ese estereotipo tan lindo como imposible. Oh Dios!!! Eso es lo que hacen casi todas las mujeres, no????
Sí, todas las mujeres lo intentan al menos, y después salimos... ¡nosotros! bwa-ha-ha
Pero... ¿existe manga "no-pornográfico"? Esto si que es todo un descubrimiento.
Es curioso como el concepto es totalmente inverso al del Hentai. Allí suele ser el chico el que es un panoli acomplejado, un tontito con terror a las chicas o algo por el estilo. Mientas que las chicas son las triunfadoras, animadoras, del equipo de volley, de natación o de lo que sea.
Hablo en general, claro. También tenemos a las chicas inocentes y tontinas que acaban en manos de un depravado, encerradas en un dungeon. Y no precisamente el del "& dragons", ya me entendéis.
mmm, ¿que como sé tanto del hentai? Pues... parafraseando al mitico cronista, diré que "eso es otra historia".
Por cierto, sobre mi musa, Ilsa, objeto erótico de mis fantasías de dominación femenina, sí es cierto que tengo pendiente un post. Aunque eso me obligará a ver de nuevo las tres pelis. y quizá vea también la cuarta, aunque esté en inglés.
Bueno, yo soy mucho más vaga, o llamémosle "eficiente" que todo eso. No quiero alguien a quien pueda moldear, lo busco ya moldeado de serie (hmm...sip, ya podéis adivinar mi tasa de éxito xDD)
Por cierto, me ha molado la imagen introductoria que has añadido, Juls. Estoy buscándome ya el manga para leerlo, hoy particularmente me apetece leer alguna trapallada de éstas 0:D
PD: En cuanto a hentai lo más que he llegado a ver (no me preguntéis cómo) ha sido incesto en diversos grados, tentáculos, más tentáculos y -el apocalipsis- futanari...que en el fondo también viene a redundar en apéndices, protuberancias y penetraciones varias :P
Qué fijación que tienen los cabrones.
Joder, he buscado "futanari" en google y lo que he visto ha sido asqueroso.
Los japoneses son unos putos degenerados.
Y tu también, Ithil.
¡Encajarás bien en Frikis Inside!
Hola a Todos!
Encontré este blog por casualidad y me ha encantando! El tópico de shoujo está muy bien planteado y sí, generalmente es un molde establecido, como lo escribe Ithil, salvo una que otra excepción...
Espero seguir leyendo posts como esto y vendré a visitar seguido su nido de frikismo.
Yo no me considero friki, pero si soy una hardcore otaku, incluso tengo un blog con una de las aficiones japonesas más raritas: Amigurumi, la técnica del crochet circular. Vieran las cosas que pueden salir con eso!!
Me gusta el shojo pero me cae muy mal que nos discriminen a las mujeres. Según en el shojo el chico prota le gana en todo a la chica prota y es un cliché demasiado usado en ese genero. Hay muchos japoneses que no son creativos y toman las mismas ideas repetidas de muchos otros. Por eso prefiero el shonen ai o animes donde no salgan mujeres para no presenciar la típica discriminacion hacia nosotras.
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