martes, 29 de marzo de 2011

Infancia y juegos de mesa

Recuerdo que una vez que en el colegio donde cursaba la antigua E.G.B. hicieron una semana cultural, o de talleres, o algo así... y la mente pensante de aquel evento creó diversos talleres a los que los alumnos se podían apuntar: electrónica, informática, ajedrez, música, baile... y no recuerdo muchos más, salvo uno que me llamó poderosamente la atención: "hacer juegos de mesa".




Los niños estábamos encantados porque no íbamos a hacer clase en toda la semana, pero lo que no sabíamos es que cada taller tenía "plazas limitadas". El profe empezó con los talleres más populares y todo el mundo quería apuntarse a esos, así que toda la clase (sin excepción) levantaba la mano super rápido para que lo cogieran a él mientras hacían gestos de "a mí, profe, a mí, a mí, porfa, a mí..." y algunos hasta se levantaban encima de la silla. No recuerdo como se asignaban las plazas, creo que la mayoría a dedo y unas pocas por sorteo, pero me acuerdo que no pude apuntarme a ninguna hasta que llegó "hacer juegos de mesa".

Yo estaba muy caliente por no haber tenido posibilidad de apuntarme a ninguna todavía... y joder, yo QUERIA apuntarme a ese taller de juegos de mesa. Así que cuando el profesor dijo "Ahora: hacer juegos de mesa", yo levanté la mano como poseído por un demonio moviendo la mesa en el esfuerzo de hacerme ver por la autoridad allí representada...


...lo que pasó es que fuí el único que levantó la mano en toda la puta clase...


Mis compañeros, al ver el espectáculo que había dado, comenzaron a reírse a carcajadas de mí de manera harto humillante (no fué la única vez que me pasó, pero eso es otra historia). Al comprobar la situación, me quedé un poco perplejo, pero en lugar de enrabietarme como hubiera pasado en otro momento, de manera extraña, me tranquilicé y no bajé la mano en ningún momento. La tormenta pasó y yo conseguí asegurar mi tan ansiada plaza en "hacer juegos de mesa".



Un entrañable amigo de clase, al verme en tan apurada situación, también levantó la mano para que no estuviera solo. Tampoco es que sirviera de mucho, ya que las risas duraron un tiempo muuuuuuy largo, pero fué un bonito gesto.

El taller en sí fué un pasatiempo sin más, ya que me obligaron a trabajar en equipo con algunos paletos de la otra clase (la odiada "A", mientras que yo era de la genial "B"), y no me dejaron innovar en la mecánica de juego como tenía pensado, aunque también recuerdo que fué la mar de entretenido viendo a varios equipos creando juegos y temáticas, aunque observé con satisfacción que ninguno era muy original que digamos y que yo podría haberlos mejorado TODOS con el dedo meñique.

¿Y por qué me empeñé en hacer ese taller?

Porque a mí de pequeño siempre me encantaron los juegos de mesa: el uso de dados, y las fichas, y las instrucciones, y las cartas, y los marcadores...

En casa jugaba con mis hermanas a varios juegos de mesa:



Al Superpoly, igual que el monopoly pero con calles de ciudades españolas, las partidas se hacían increíblemente laaaaaaaargas y creo que no terminamos nunca ninguna, pero yo me lo pasaba de miedo.





El Misterio, yo cuando jugaba a este juego no sabía que era una copia del Cluedo, así que durante mucho tiempo este juego fué para mí el original.

Las ilustraciones de las cartas, las figuras, el tablero... eran sencillamente geniales.

Imágenes de Isidre Monés



El mítico Imperio Cobra. A este jugué menos porque era una misión realmente dura convencer a mis hermanas que jugaran conmigo a esto, pero si lo conseguía, era una auténtica gozada.

En mi pequeña e influenciable mente se quedó grabado este juego porque me parecía absolutamente innovador que hubiese un jugador que hacía algo distinto a los demás, el que hacía de malo, la Cobra, que tenía que impedir a los aventureros llegar a su destino.








El Mad, al que hace poco he tenido la oportunidad de jugar de nuevo con mi sobrina con los sorprendentes resultados de que mantuviera la atención más de cinco minutos en alguna cosa. Eso sí, sólo cinco minutos. A ver si a la próxima puedo convencer a alguien más de la familia para que juguemos todos.

Luego llegó el Trivial y alguno más, pero no me marcaron tanto como estos que os he puesto aquí.

Ahora, después de doce años de duro trabajo y un jodido master a mis espaldas, echando la vista atrás orgulloso, puedo afirmar que todo aquello me ha servido para algo.

¡Hasta la vista Frikis!


PD: También tuve la suerte de que me tocara el taller de "baile", lo cual, por aquella época y edad, no era considerado muy masculino que digamos.

7 comentarios:

Quin dijo...

¿Qué tal, Juls?
Primero, darte las gracias por re-descubrirme a Isidre Monés. Hasta el día de hoy, este señor no era más que el típico enigma sin resolver del tipo: "¿quién sería el que dibujaba esas ilustraciones tan acojonantes de los juegos de Cefa de los 80?"
Juegos, por cierto, que aún conservo y que estoy intentando "recuperar" vía ebay o similar, para completar la colección.
Y para acabar de celebrar tu entrañable post, que sepas que, aunque muchos no hemos asistido a esa clase de "hacer juegos de tablero"... se nos ha quedado la espinita clavada:
http://www.labsk.net/index.php?topic=14714.0
Un saludo.

Juls dijo...

What the... what?! That's awesome!!!
Un Imperio Cobra con casillas hexagonales, impresionante.

Yo los míos los sigo teniendo, por supuesto, pero no me quiero deshacer de ellos. Espero que tengas suerte con encontrarlos.

Yo recuerdo haber jugado al Alerta Roja en casa de unos amigos de mis padres, y al Dagon en otra.

Esto es acojonante: http://www.imprimiryjugar.com/index.php?topic=2.0

Quin dijo...

Pues mira, hombre... ahora mismo tengo en el armario:
- Imperio Cobra 1 y 2
- Alerta Roja
- Dagon
- Palé
- Distrito 21
- El Templo de Cristal
- Asalto al poder
- Dracos
Y eso sólo de Cefa. Si me pongo tonto, también he conseguido esta joya de coleccionista:
http://boardgamegeek.com/boardgame/731/escape-from-new-york
En fin... que no se te salgan disparadas las orejas del flipe :P
Frikis power!!

Lord Rilegard dijo...

Uno de los pocos juegos que ha sobrevivido de mi infancia a la actualidad es el Pente. Parece ser una especie de variante del Go. Y digo 'parece ser' porque yo no he jugado nunca al go.

Inconveniente: hace muchos años que dejó de venderse.

Ventaja: realmente no hace falta tener el juego original, solo hay que "dibujarse" el tablero y comprar fichas tipo gemas o contadores. El manual se puede encontrar por Internet.

Isidre Monés dijo...

Hola Quin.
Pues tienes en el armario casi más juegos Cefa que yo, pero te falta Misterio, Morgue, El cetro de Yarek. El Yeti, y alguno más. De todos esos, solo el Palé no lo ilustre yo, todos segun idea y dirección del amigo Pineda.
Las cubiertas que recuerdo con más agrado, El templo Cobra y Dagon.
Gracias por recordarlas.
Isidre Monés

Anónimo dijo...

very good!

Eduardo Aguiar dijo...

Hola amigos. Sólo quería deciros que acaba deponerse en marcha en internet una interesante iniciativa de recogida de firmas, para pedirle a Cefa que vuelva a reeditar sus juegos clásicos más conocidos. Si queréis echarle un vistazo a esta petición, y quizás incluso firmarla (y difundirla) el enlace es el siguiente: http://www.change.org/es/peticiones/a-cefa-y-cefa-toys-que-vuelva-a-fabricar-y-comercializar-sus-juegos-de-mesa-cl%C3%A1sicos

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