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martes, 28 de diciembre de 2010

Best moment: The Big Bang Theory

Los fans de The Big Bang Theory llevávamos mucho tiempo esperando este momento...

Aquí ya aprovechamos para recomendar la serie hace un tiempo en ocasión de hablar del Acelerador de partículas y Chuck Norris.

Después de cuatro tempordas haciéndonos sufrir por fin hemos podido ver a Penny ¡disfrazada de Wonder Woman!



Por supuesto en este blog también hemos hablado de Wonder Woman cuando sacaron la reedición de George Perez y nos encontramos una imagen realmente turbadora en la contraportada.



Analizando el disfraz descubrimos que las muñequeras tal veaz sean demasiado pequeñas para detener una bala... pero el resto es casi perfecto.

¿Por qué hacemos este post? Porque además de ser uno fácil y rápido cuando el tiempo apremia, encontrarse con Wonder Woman fuera de los comics es un clásico en la mitología erótica masculina friki, es algo así como perderse en una isla desierta con Sawyer para las mujeres (y ni una camisa en la isla), ahora sí que lo entendéis ¿verdad?



Y como no hay tres sin cuatro...



Que sepan nuestros lectores que para los depravados -que sabemos de buena tinta que nos leen unos cuantos- existe una parodia porno de la serie The Big Bang Theory. Donde, cumpliéndose una fantasía recurrente de los frikis, un pardillo logra follar con tías impresionantes ¡y sin pagar!



No, Kaley Cuoco no sale en ella, malditos pervertidos.



Y no es el único sitio donde utilizan The Big Bang Theory

jueves, 3 de diciembre de 2009

Mujeres y armas en la América Profunda (Girls&Guns)

Los EEUU es un país lleno de contrastes, extraño y mudable, por eso los europeos no sabemos qué pensar ni a qué atenernos ante semejante variedad. Hoy lo amas, mañana lo odias, pasado lo respetas, al otro lo ignoras... ¿qué podemos hacer?

Pero hay una gran virtud que mana de tanto mestizaje: la capacidad de fusión de este gigantesco país. Hoy vamos a hablar de una de esas fusiones aparentemente absurdas que finalmente se convierten en una pequeña obra de arte: Mujeres en bikini y armas automáticas.

¿Hay algo más evocador que ver a la Estatua de la Libertad, símbolo mundial de libertad y la emancipación, disparando una ametralladora mientras suena el himno estadounidense a ritmo de guitarra eléctrica? Estareis de acuerdo conmigo en que NO, ¿verdad? Pues pasen y vean...



¿Se os ha puesto ya tiesa? Obviamente la mejor es la primera tiparraca, Sidney, con una TEC 9 "made in america", unos biceps más grandes que mi cabeza y ese bikini con los colores de la bandera estadounidense la hacen una clara aspirante a vigilar la frontera con Méjico al volante de una DODGE FARGO con llamas pintadas en los laterales.

Después viene Cindy disparándole a un osito de peluche, ¿problemas con papi? ¿no te regaló ese poni que siempre quisiste? Sí, amigos, una auténtica bomba de relojería para el hombre que la tenga como pareja, pero ¿qué es la vida sin algo de acción?

La tercera piva es Gloria ¡una chicana con un AK-47! ... Vale, venga, ya podéis levantaros del suelo, que no es de ninguna banda... y por si acaso se la hemos quitado rápidamente de las manos al acabar la grabación.

Después llega Brittany, que dice tener 19 años ¡ja! Esta amante del cuero aparece en el vídeo para deleite de los moteros mostachudos y pendencieros que cabalgan libremente en sus Harley Davidson por las inabarcables carreteras de este gran país... born to be wild, brother.

Y por último y para darle un poco de color a la cosa tenemos a Tammy Jo, una auténtica vaquera con un escopetón gigante... porque ella prefiere las cosas grandes, no se si me entienden. Sí, es una negra armada, pero para quien dude de su lealtad afirma orgullosa: "Is made in America, just like me" mientras apunta repetidas veces a la cámara para acojonar al personal técnico. Ese movimiento firme y a la vez suave mientras coloca un nuevo cartucho en la recámara haría que algo se moviese inquieto hasta en la entrepierna del mismísimo Jesus Vázquez, ¿no creen?

Pero no todo es juventud, lozanía y tetas desafiantes a la gravedad, en este mundo de Mujeres y Armas las veteranas también tienen algo que decir. Y si no vean a esta mujer con un MP40, ametralladora nazi de corta distancia para infantería que tanto hemos visto en películas y juegos.



Pero esto sólo lo pueden hacer tías duras de verdad, con los ovarios bien puestos, con las ingles brasileñas bien rasuradas, con los pezones bien erectos, con los gluteos bien marmóreos... bueno, creo que ha quedado claro lo que quería decir ¿no?

Porque si lo hacen amateurs el resultado puede ser el siguiente:



Sí nena, mete la lengua dentro de la boca que la pistola no es una piiiiiiiiiiiiii

Joder, me lo he pasado tan bien haciendo en la investigación de este post que me parece que no va a ser el último. Hay tanto material truculento en la América Profunda que me parece una irresponsabilidad no airearlo frente a la comunidad friki.

PD: Joss, deja de tocarte de una puta vez que sé que este post te ha encantado...

¡Hasta la próxima frikis!

domingo, 6 de septiembre de 2009

Mis vicisitudes en las peluquerías femeninas

Hace mucho, mucho tiempo, cuando todavía no levantaba dos palmos del suelo, comenzó la absurda costumbre de llevarme siempre a la misma peluquería. Una peluquería de barrio, familiar... extraña.

Aunque ya entonces, haciendo gala de mi gran personalidad, impuse algunas condiciones: yo sólo quería quedarme si había mucha gente, porque entonces, mientras esperábamos, me daba tiempo a leerme alguno de los tebeos del Jabato, Mortadelo o Batman que tenía allí el barbero para los enanos como yo. Claro que un rápido pescozón de mi madre me recordaba mi lugar en la escala alimenticia y lo que significaban mis exigencias para el mundo: absolutamente nada.

Acabé visitando esa peluquería toda mi infancia, toda mi adolescencia y toda mi juventud, lo cual tiene bastante mérito si tenemos en cuenta que me cortaban el pelo como a un chihuahua cabreado, eso sí, mi lectura fué evolucionando de los tebeos infantiles a revistas para adultos como la Interviú o la Man, donde podía ver imágenes más sugerentes que un tío enfundado en un colorido traje de licra.

Esto siguió así hasta hace bien poco, donde debido a circunstancias de la vida se me hace bastante difícil acudir periódicamente a mi peluquería "de toda la vida". Pero no porque haya querido mejorar mi estilo perruno de corte de pelo, ¡que va! uno se acostumbra a todo, sólo que los 300 kilómetros que ahora me separan de ella no la convierten en la mejor opción que digamos, al fin y al cabo cortarme el pelo para que parezca gilipollas lo pueden hacer en cualquier sitio ¿no?

Fue entonces cuando mi pareja, siempre detallista y complaciente, decidió descubrirme el maravilloso mundo de las peluquerías femeninas a donde ella acudía para ver si podían arreglarme un poco... y ya de paso dejarme lo más parecido a Sawyer (el de Perdidos). La idea no tenía mala pinta, así que decidí probar ¿qué podía pasar? ¿volverme loco? jajaja, menuda ocurrencia.

La primera vez que puse el pie en una peluquería femenina para que me cortaran el pelo resultó ser una de esas de alto estanding regentada por un homosexual, lo cual auguraba un cambio de look de Chihuhua cabreado a Yorkshire de diseño. Resignado ante la segura ausencia de Interviús por allí, me consolaba suponiendo que habría alguna revista de esas para mujeres donde, paradójicamente, también salen de vez en cuando algunas pivas bastante ligeritas de ropa en artículos del estilo "cómo adelgazar" o "cómo enloquecer a tu pareja en la cama", o en esos anuncios que buscan acomplejar a las lectoras para que consuman compulsivamente absurdos productos de belleza. ¡Gracias publicidad subliminal!

La criatura común de las peluquerías femeninas: la vieja con cardado


La experiencia del corte de pelo en sí duró unos 15 minutos escasos, incluso me dió igual que el mariquita no tuviera tiempo y al final me cortase el pelo una aprendiza que no tenía ni puta idea dejándome el pelo como un arbusto silvestre, lo que no pude soportar fué la hora y media larga de espera. Allí estaba yo, sentado en un sillón de diseño incomodísimo y con la única compañía de revistas de decoración como entretenimiento (sin tías en bikini), pero lo peor fué tener que soportar conversaciones sobre ¡Belen Esteban! Nunca más volveré a aquel antro infecto. Eso sí, la decoración era exquisita.

La segunda vez que entré en una peluquería femenina dos abuelas me miraron de arriba abajo, sin disimular y leeeeeentamente. Varias veces. Me sentí un trozo de carne, me sentí sucio, utilizado... y fué lo único bueno que pasó allí dentro. En aquella peluquería la especialidad era la atención personalizada en forma de preguntas íntimas: cuantos años tienes, cuando te casas, cuando vas a tener hijos... y todo ello delante de mujeres con rulos en la cabeza que te miran fijamente mientras esperan una respuesta tan dramática como el culebrón que han consumido al mediodía. Pues no señora, las únicas conversaciones que admito en una peluquería son: "Fórmula 1", "el tiempo esta loco", "el tour de Francia" o la portada del Interviu, todo lo demás es sencillamente inaceptable.

Rodeado de tíos en una peluquería, ahí se habla de fútbol, coño


La tercera vez que visité una peluquería femenina se convirtió en un episodio surrealista, una de esas escenas absurdas que no acabas de entender pero que, para mayor desasosiego, te tienen a tí como protagonista:

- ¿Cómo quieres el pelo?
- Corto.

Y yo pensé para mis adentros, "Coño, para eso vengo a la peluquería, para cortarme el pelo ¿no?" pues como veremos a continuación, una idea tan sencilla no parece que la acaben de entender en una peluquería femenina.

- ¿Te hago algo modernito?
- No, sólo corto.

¿Por qué demonios tendría que hacerme algo "modernito"? ¿quien instauró la idea de que en peluquería lo moderno es mejor que lo clásico? ¿Bimba Bosé?

- Ahora, se lleva mucho entre la juventud corto por arriba y largo por detrás...
- No, todo corto.

La juventud es una garrula sin ningún tipo de criterio estético propio ¿por qué demonios querría ir como el resto de la juventud? ¿es que tengo cara de borrego sin personalidad? ¡que nadie conteste!

- ¿Y el flequillo cómo te lo dejo?
- Corto.

¿Es que hemos viajado al pasado o qué?

- Y qué, ¿cómo va el trabajo?
- Agobiante.

Dios mío, intentos de conversación no, por favor, ¡no! sigue cortando y calla, te lo suplico.

Mientras tanto, las mujeres de mi lado, hablando a voz en grito, atraen la atención de mi peluquera que parece dejarme por imposible y se une alegre al despellejamiento de alguna otra pobre mujer ausente. Mis tímpanos sufren, pero mi mente descansa relajada.

Al cabo de un rato contempla su obra con las tijeras y me pregunta:

- ¿Qué tal te lo ves?
- ¡Demasiado largo!
- Es que como siempre te veo con el pelo largo, no se como es tu estilo...

¡CORTO, ES CORTO, MALDITA ZORRA ESTUPIDA! ¡¡¡CORTOOOOOOOOOOO!!! - pensé inmediatamente, pero como soy un tipo educado me limité a decirle: "- Más corto, por favor".

Y es que a la peluquería, por definición, sólo voy cuando tengo el pelo largo, una manía como otra cualquiera, hay gente que recoge muebles antiguos de la basura y los restaura, otros que apuñalan repetidas veces a las personas que no les caen bien, y yo voy a la peluquería cuanto tengo el pelo largo... manías ¡¡¡ Por Dios, que alguien me saque de aquíiiiiiiiiii !!!

Ahora me corta el pelo mi suegra, que también me lo corta mal, pero al menos no me cobra por ello. Eso sí, me cuenta cosas de la Belen Esteban, me hace preguntas personales y me deja el pelo demasiado largo por miedo a pasarse... en fin, al menos me tiro a su hija.

Esto es lo que pasa si te dejas cortar el pelo por un familiar


Pero ahí no acaba la historia, hace dos días me enteré por casualidad que mi suegro va a una peluquería masculina a que le corten el pelo... ¡y porque demonios me han ocultado algo de esa importancia todo este tiempo! ¡¿es que quieren volverme loco?! ¡¿loco y además mal peinado?! ¡una conspiración contra mi pelo! ¿y quien será el cerebro de este diabólico plan? ¡¿loco yo?! ¿acaso un loco se arrancaría el pelo como yo? ¿eh? BWA-HA-HA-HA

domingo, 28 de junio de 2009

Subespecies humanas: las puticrías

Todo el mundo sabe que los frikis somos el siguiente paso evolutivo del homo sapiens, pero recientemente hemos descubierto que no somos la única rama que ha surgido del árbol del ser humano en los últimos años. Hoy vamos a hablar de una subespecie relativamente reciente en la historia del mundo: las puticrías.


Esta subespecie aparece con el calor, básicamente en verano, y aunque también se han visto algunos especímenes fuera de esta estación suele ser algo bastante raro.


¿Estoy buena eh? Sí nena, indudablemente tienes lo mejor de Megan Fox y de Marie Curie


Su indumentaria suele ser bastante exigua. Lo más grande que llevan encima son los pendientes, principalmente aros de tamaño de hula-hops. Las minifaldas suelen ser su prenda favorita, aunque tampoco desprecian los minipantaloncitos y en general todo lo que lleve la palabra "mini" delante. Los escotes vertiginosos también suelen ser un rasgo identificativo de la indumentaria de esta especie, así como las camisetas de tirantes que se arremangan para enseñar el ombligo. En el caso de que el especimen utilice una prenda de ropa que tape más de 12 centímetros cuadrados seguidos, ésta siempre estará extremadamente ajustada al cuerpo.


Los científicos no parecen ponerse de acuerdo en el motivo de su vestuario, algunos dicen que es por el calor de la temporada en la que viven, otros porque sufren un involuntario síndrome de "lolitas" y otros, en cambio, afirman que sencillamente son más putas que las gallinas.


La Lore, de Aída, todo un modelo de comportamiento para las puticrías


Suelen responder a nombres de no más de dos sílabas, como Jessy, Vane o Lore, y cuando se comunican entre ellas finalizan todas las frases con la palabra "tía": Me he comprado el último compasdis de David Bisbal, tía, y es superguay, tía, es tan guapo, tía, estoy por él, tía. Además de la comunicación "oral" esta subespecie también domina la comunicación mediante SMS donde utilizan un idioma degradado del castellano: kdms n l br d l skna cn l jhny y kvin trae crem d mns.


Otra de las peculiares costumbres de las puticrías es que antes de salir de casa deben pintarse la cara como si fueran estrellas de cine porno a punto de recoger un Oscar, aunque sólo vayan al super de al lado a comprarse una cocacola. Algunos especímenes después de embadurnarse parece que en lugar de acicalarse para mejorar su aspecto les hayan pegado una soberana paliza.


Cómo molamos, somos las mehores, las más güenas...


Estas puticrías se desplazan de un lugar a otro en grupos de mínimo tres individuas y siempre cogidas de los brazos. También se las puede ver individualmente de paquete en una motoreta cuya mayor característica es el desproporcionado ruido que hace para su tamaño. El conductor de este aparatejo suele ser un niñatus vulgaris con el casco mal colocado porque en el fondo piensa que lo hace parecer más guay, aunque en público comenta que lo lleva así "porque le da mucho calor y no hay derecho".


Jamás se podrá ver a una puticría leyendo un libro porque todo lo que necesitan saber lo cuentan en la tele, mayoritariamente en programas como Esta pasando o Diario de Patricia. También consumen algo de ficción del estilo Al salir de clase, Compañeros o Física y Química, lo que para ellas son auténticas epopeyas del espíritu humano.


Las puticrías aspiran a esto, porque hasta entre las peores subespecies existen clases y clases


Una de sus aficiones favoritas es fotografiarse medio desnudas en el espejo de su cuarto de baño para enviárselo al romeo de turno que la ronda en ese momento. Curiosamente todas estas fotos, de obvio cariz privado, acaban formando parte de algún vídeo recopilatorio del youtube que se difunde ampliamente entre niñatos y pagafantas de diversa índole.





Las puticrías suelen moverse en muchos entornos diferentes pero su hábitat natural son los bancos en los parques públicos. También se las puede ver en gran número en mercadillos los domingos por la mañana donde compran la miniropa de colores chillones que lucirán orgullosas en la cola de la disco para menores. También acuden de vez en cuando a tiendas de ropa como Bershka o Zara pero nunca compran nada porque son demasiado pijas para ellas.


Brandine, el futuro que les espera a las puticrías



Y hasta aquí el conocimiento científico que posee Frikis Inside sobre la subespecie de las puticrías, otro día más y mejor.


Nota:

¿Os habéis sentido identificados alguna vez con algún personaje de serie de adolescentes, por ejemplo Al salir de clase o Física y Química? Yo jamás. En el instituto no era considerado guapo, ni especialmente problemático, ni formé parte de un trío amoroso, ni me quería tirar a mi profesora, ni me acosaron en clase, ni mi padre me pegaba, ni mi madre era alcohólica, ni tenía un amigo drogadicto... ¿me dejo algun arco argumental?

Antes me identifico con un Ultramarine veterano de raza asiática enfundado en una armadura atómica luchando a millones de li de la tierra contra una raza de alienígenas devoradores de riñones en el vacío del espacio ¡y practicante de un voto de castidad! que con un adolescente de Física y Química... ¿a que vosotros también?

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