El hombre al que vamos a dedicarle este post se llama Gregory J. Bonann. El bueno de Gregory, un buen día, se hizo la siguiente reflexión "¿Como conseguir una serie que sea irresistble?". La pregunta, ante la que tantos otros habían fracasado antes que él, le llevo a otra "¿Qué es lo que la gente desea ver?". Y, tras una breve reflexión (y probablemente, más de un martini), encontró la respuesta: "Tetas!!", "Tías buenas!!".
Y siguió con sus refleciones; "¿Y donde se encuentran las tías buenas?". Ummm, interesante, la mansión playboy quizá fuese demasiado agresiva para una serie de TV. Pero entonces encontró la respuesta; "Los Angeles!!" o, mejor; "La playa!!". Claro, estaba claro desde el principio; "La playa de L.A.!!".
La respuesta estaba clara, la gente quería ver tetas y tías buenas. Y eso se encontraba en la playa de L.A. Pues nada, ambientamos la serie en la playa de L.A. ¿Y la excusa? Ummm. Interesante, claro, las series necesitan una excusa, un hilo argumental. Limitarse a mostrar un desfile de tias buenas en la playa sería demasiado obvio. Eso apenas daría para un par de temporadas. Así que, ¿cual sería la excusa para nuestra serie?.
Varios martinis después llegó la respuesta. Claro, estaba claro desde el principio. ¿Como nadie se había dado cuenta antes?
Siempre ha sido una de mis series preferidas. Y dentro de ella, siempre me he quedado con las primeras temporadas. En éstas salía uno de mis mitos sexuales de la adolescencia.
Ya en la tercera temporada, Erika Eleniak aparecía únicamente en los primeros episodios. Posteriormente se casaba con su noviete y se iban a Hawaii. La baja de Shauni en la serie la cubrió la archiconocida Pamela Anderson.
Pese a los evidentes encantos de la muchacha, nunca me atrajo especialmente. En cambio, en la serie apareció otra que sí me atrajo. Y que se convirtió en mi vigilante predilecta. Y en un mito sexual que dura hasta hoy día.
A partir de aquí, la serie perdió mucho y se convirtió en un desfiles de chicas espectaculares que venían de salir en la portada de playboy, o bien que estaban a punto de hacerlo.
No obstante, todavía me dió tiempo a descubrir a otra de mis debilidades.
Pero todo este desfile de belleza y sensualidad femenina necesitaba un asidero, algo que diese empaque a la serie. Es obvio que a la serie de sobraba "cuerpo", pero le faltaba "corazón". Y el genial productor todavía destiló una última gota de genialidad.
Con esto quedaba cerrada una de las mejores series de todos los tiempos. Una seri que, incluso, aparece en el libro Guiness de los récords por ser la serie con más espectadores de la historia.
Finalmente, una foto de familia de la mejor temporada, con los mejores actores que pasaron por esta serie.
Y aquí una foto posterior. La pérdida de carisma y personalidad en los personajes es evidente. Excepto en "The Man", por él no pasan los años.
4 comentarios:
Lo mejor fue la gran cancion tema...siempre la escucho en mi MP3 ^___^
Y siempre corriendo, todos los capítulos corriendo, tetas para arriba, tetas para abajo...
Y The Hoff, claro.
Uf, una gran serie pajillera, sí señor.
Lo mismo salvavan a una niña sorda de ahogarse, que a toda la ciudad de un terrorista loco con explosivos... ¡genial!
Es cierto, la canción es una puta obra de arte.
Juls, que no te confundan la playa, el sol y las tetas. La noble labor de los heroicos vigilantes se extiende hasta cualquier parte en el que haya alguien en peligro.
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