Bebes frikis gourmets

Mi hijo tiene el morro fino, un auténtico gourmet.

Le gusta disfrutar con la comida, extrayendo todo el sabor a las cosas que come.

Por ejemplo:

         - Le gusta mucho coger un klinex, restregarlo fuertemente contra el suelo y después metérselo en la boca y masticarlo con deleite.

         - También le gusta coger las zapatillas de casa de sus progenitores, observarla con detenimiento para después pasar a lamer la suela con fruición.

         - De vez en cuando le gusta coger una mota de polvo de debajo del sofá y metérsela en la boca para saborearla con una sonrisa de satisfacción en su rostro.

         - En la playa le gusta coger un buen puñado de arena y metersela en la boca para disfrutar de una auténtica textura terrosa.



Pero después, cuando le ofreces un zumo de naranja recién exprimido, aparta la cara con cara de asco.

...

Menudo cabrón es mi hijo.



¡Hasta la vista, frikis!

Cupcakes express para frikis (no bullshit)

Hoy vamos a enseñaros a hacer un cupcake.

Que es como llaman ahora los putos hipster a las madalenas con cosas.

Os va a llevar 2 minutos y no tendréis que tragaros a una gilipollas disfrazada de payasa en la tele diciendo chorradas. Lo único que necesitaréis será lo siguiente:

          - Una madalena Bella Easo. Podéis elegir cualquier marca, pero aquí tenemos debilidad por esa marca.

          - Un tarro de Nocilla. Esto no es negociable, o es nocilla u os quedará una mierda.

          - Algo para untar. Recomendamos un cuchillo, aunque podéis hacerlo con un tenedor, con una tarjeta de crédito (como hizo Blackie Lawless) o directamente con el dedo, a mí me la suda.



Cogemos el cuchillo, lo metemos en la nocilla y sacamos un buen puñado.

Lo untamos en la parte de arriba de la madalena hasta conseguir una forma informe y terrible como una de las encarnaciones de Azatoth.

¡¡¡ Y ya tenemos nuestro puto cupcake friki !!!

Nos comemos la parte de arriba.

No seríamos frikis si no volviéramos a untar la madalena en nocilla para seguir comiéndonosla.

Para hacer este post no ha sido dañado ningún animal, ni ninguna marca de comestibles me ha pagado nada.

La mayoría pensaréis que soy gilipollas por nombrar marcas sin cobrar, pero yo prefiero sentirme un filántropo que comparte su sabiduría con una panda de desagradecidos de mierda.

Y a ver si los hipster dejan de dar el coñazo con las madalenas con cosas encima, que eso ya lo hacía mi abuela hace 50 años y no le dieron tanta importancia, joder.

¡Hasta la vista frikis!

Odio las fotos de comida: ANTI INSTAGRAM 2.0

En serio, ¿por qué la gente pone constantemente fotos en Facebook de lo que se va a comer o de lo que se va a beber? ¿Les harán también fotos de cuando les sale del cuerpo? No entiendo esa manía, de verdad.

Mi madre es la mejor cocinera del mundo y no necesita ningún premio en Superchef ni que le saquemos una puta foto a todo lo que hace en la cocina. Basta con decírselo: "Mamá, eres la mejor cocinera del mundo".

Por eso voy a intentar crear una nueva red social (también las odio, pero esta es por una buena causa) llamada ANTI INSTAGRAM 2.0. Sin filtros ridículos, solo realidad de la buena, donde podremos encontrar fotos tal que así, un auténtico desayuno en París:

Me parece interesante cubrir todo el ciclo de vida, en fotos, de lo que nos metemos en el cuerpo, pero mi mujer me ha reprendido duramente con un: "Tú veras", así que, debido a la evidente amenaza, he tenido que autocensurarme para no ofender a nuestros distinguidos lectores (pero que sepáis que tengo fotos cagando).

Sí, lo que entra en París, sale en París.

Mmmmmm, ahora que lo pienso, ¿no os parece una frase romántica?

He fotografiado también, como no, el clásico de la cena romántica en una terraza con velita y todo, una de las últimas cenas al fresco de la temporada (que hace frío ya):

Como podéis comprobar aparecen en la foto los restos del pan con tomate, que ya todos sabéis que aquí somos muy catalanes, collons!

Un día mi empresa me invitó a cenar chuletón:

Y luego, esa misma noche, nos trajeron un postre de chocolate delicioso:

La última vez que fuí a Londres e intenté ir al baño después de una horrible comida grasienta me encontré con esto:

¿Y los que no somos "gentle" qué hacemos? ¿acaso no tenemos derecho a cagar? pues aún y así entré y dejé una gran cagada, cual barco descargando bloques de cemento en Gibraltar, así que estamos empatados, guiris.


Y hablando de cagar en el extranjero, ¡me cago en la Tour Eiffel! No, en serio, me cago literalmente en la Tour Eiffel:

Y hasta aquí llega mi propuesta de la nueva red social: ANTI-INSTAGRAM 2.0.


¡Hasta la vista frikis!

Aventuras en París I: Tortilla española

Un atractivo friki entra en el restaurant de un lujoso hotel parisino para desayunar elegantemente, es decir, ponerse hasta el culo para amortizar lo máximo posible el dinero del viaje.

- Eh, vous, ¿tienes omelette?

- Oui, monsier.

- ¿Y tienes pomme de terre?

- Oh, bien sûr.

- Pues metes las pomme de terre dentro de la omelette y me las traes en un plato. Y rapidito que tengo hambre.

Le vas a quemar los camiones de fruta a tu puta madre.

Venganza a la española: encargarle una tortilla de patata a un gabacho en pleno centro de París.

Lo que más me molestó es que estaba jodidamente deliciosa y no pude tirársela por la cabeza. Putos franceses y sus cojonudos cocineros.


PARIS-CONSEJO: en los desayunos hay que arrasar con todo, que luego comer por ahí es muy caro. Llevarse un par de frutas del desayuno en la mochila discretamente es de lo mejorcito que puedes hacer.


¡Hasta la próxima, frikis!

Pascual, Analista Funcional: Comida china

Mucho, mucho, mucho, mucho, mucho trabajo.

Mucho, mucho, mucho, mucho, mucho cansancio acumulado.

Pero aguantando como un campeón. Aunque no se durante cuánto tiempo.



Así que vamos con algo sencillito y fácil: una historia real.

Frikis Inside montándose en el carro del humor fácil sobre minorías étnicas.


Que no se diga que no abrimos mercado.



¡Hasta la vista Frikis!