domingo, 24 de abril de 2011

Clásicos de la literatura 2: Fábulas de Esopo

Como ya hicimos hace mucho tiempo (demasiado, me temo) con otra magna obra frikil El príncipe, de Maquiavelo, hoy vamos a comentar otra gran obra de la literatura universal muy útil para frikis: FABULAS DE ESOPO.



Mi relación con esta magnífica obra viene de largo: cuando yo era un chavalín mi madre tenía una pequeña obsesión durante las vacaciones de verano, me ponía a copiar en una libreta textos de algun libro durante un rato todos los días, no me preguntéis el porque, no tengo ni la más remota idea. Un día de verano en una papelería me pidió que eligiese un libro y dió la casualidad de que escogí una bonita edición infantil de las Fábulas de Esopo. Ya desde entonces el libro me fascinó profundamente.

En esta obra básicamente nos encontraremos una serie de pequeñísimas historias llamadas fábulas -o lo que ahora se llamaría pedantemente "microrelatos"- protagonizadas normalmente por animales (no todas) y con un claro objetivo educador y moralista. Fáciles de transmitir oralmente, la fama de algunas de estas historias se ha mantenido intacta hasta nuestros días.

Esopo es mencionado en numerosos escritos de filósofos e historiadores de la antigua Grecia, pero hay datos tan contradictorios sobre su vida que en la actualidad se sospecha que no fué una persona real, siendo estas fábulas una recopilación de sabiduría folclórica y popular... ya empiezo a oír vuestros bostezos, así que vamos a saltar directamente al meollo del asunto.

En este libro se pueden encontrar muchas sabias enseñanzas, tanto si eres un Ateniense a punto de alistarse a las guerras Médicas, como un puto informático que tiene una reunión con el jefe para averiguar los motivos de por qué se ha atrasado el arranque de la aplicación. Resumiendo y agrupando los consejos

- Las apariencias engañan
- Ser prudente
- No ser arrogante ni inoportuno
- No hay que fiarse de las malas personas ni esperar nada de ellas




Pero este resumen, ahora lo veo, es algo aventurado, cada historia tiene un consejo perfectamente válido para la vida actual. Algunos se parecen mucho entre sí, de acuerdo, pero gracias a estas Fábulas queda en evidencia que la esencia del ser humano no ha cambiado tanto desde la Antigua Grecia.

Los protagonistas, como ya hemos dicho, suelen ser habitualmente animales que hablan, razonan y se comportan como seres civilizados, aunque no siempre es así, también son protagonistas Dioses (Zeus, Hermes, etc...), hombres o incluso árboles y plantas. De los animales que más se habla suelen tener unas características muy marcadas:

- La ZORRA es un animal muy inteligente y se vale de su astucia para sobrevivir.



Estas señoritas también son muy inteligentes, se estan pagando la carrera de Derecho... aunque sí, yo también pienso que con esos conocimientos profundos que han adquirido de anatomía bien podrían estudiar medicina.... pero no hemos dicho que fueran las MÁS inteligentes ¿verdad?

- La figura del LEON suele representar la fuerza y la autoridad que ejercen los poderosos.



No creo que el señor Esopo tuviera en mente a este león cuando escribía sus historias...


- Por el contrario el BURRO es un animal poco inteligente y no muy dado a esfuerzos intelectuales.



Este burro esta muy perjudicado... primero, no es una hembra, y segundo, ES MUY FEO. Si fueras un burro gay entendería que te molara The Rock o Johnny Depp, pero ¿ese individuo? Confirmado, los burros son poco listos.

Una fábula que me gusta mucho y en la que, curiosamente, salen estas tres figuras es: El león el burro y la zorra (digamos que Esopo original en los títulos mucho no es, la verdad).

Un león un burro y una zorra, luego de asociarse entre sí, salieron de caza. Tras una buena cacería, el león ordenó al burro que repartiese la comida entre ellos. Después de hacer tres partes iguales invitó al león a que escogiera, pero éste indignado saltó sobre él y lo devoró. Entonces le dijo a la zorra que hicira el reparto. Esta juntó todo en una sola parte y dejó un poco para sí misma dejando al león escoger. Al preguntarle el león quién le había enseñado a repartir así, la zorra dijo: "La desgracia del burro".
Moraleja: Las desdichas del prójimo, son un buen aviso.


La SGAE no me puede hacer nada porque ningun descendiente de Esopo ni Empresa Multinacional alguna ha reclamado su obra, aunque no descartamos que Alejandro Sanz, con domicilio fiscal en Miami, llame a la señora Sinde para que tome cartas en el asunto. Si al final sucediera y me lo hicieran quitar, compraré un terreno en el monte, metros de alambre de espino, varias armas y muchas municiones y a cualquier desconocido que entre en mi propiedad le haré un traje de plomo a medida.

Pero continuemos con Esopo.

Si os digo: "La tortuga y la liebre" todos sabéis a qué historias me refiero ¿verdad? Es la magia de estas historias, que debido a la estupidez humana y a que nunca aprendemos de nuestros errores ¡jamás pasan de moda!



¿Y si os digo: "La cigarra y las hormigas"? ¡También lo conocéis, claro! Si es que tengo unos lectores inteligentísimos, ¡los más listos!



Aunque poco se imaginaría el pobre Esopo que en el siglo XXI habría señores que, aun no trabajando ni produciendo nada podrían ganarse muy bien la vida. Sí, esto va por la SGAE.

En fin señores, que después de lo dicho Las Fábulas de Esopo sólo puede recibir nuestro...

Sello de calidad: 100% Recomendado por Frikis Inside





Como epílogo podemos comentar que la figura de Esopo también aparece en un interesantísimo comic de William Messner-Loebs y Sam Kieth con una visión muy particular de la filosofía griega: Epicurus el sabio, donde el protagonista, Epicuro de Samos, deja a nuestro querido Esopo en un lugar no muy distinguido, pero bueno, no es que tampoco deje muchos títeres con cabeza entre los filósofos griegos... si es que deja a alguno.




¡Hasta la vista frikis!

3 comentarios:

finta dijo...

Qué buen momento para citar una de ellas, en ésta semana (una más) que no faltan en los medios discusiones por absurdos...


"Se juntaron los ríos para quejarse ante el mar diciéndole:

-¿Por qué si nosotros te entregamos agua dulce y potable, haces tal trabajo, que conviertes nuestras aguas en saladas e imposibles de beber?

El mar, percibiendo que querían echarle la culpa del asunto, dijo:

- Por favor, dejen de darme agua y entonces ya no volverán a salarse sus aguas."

Juls dijo...

¡Preciosa fábula señorita!

Arfonzo dijo...

Esopo mola mazo. Yo tb tenía un libro de fábulas cuando era pequeño y mira lo guapo que he salido.

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