En fin, lo que a lo mejor no sabéis es que es un cuento censurado, un cuento mutilado vilmente por alguna mente retrógrada que seguramente nos querría vender en un futuro la Versión Extendida, o la Versión del Director, o la Versión Sin Censuras o la Versión definitiva o alguna mierda de esas...
Afortunadamente, la sección de investigación de Frikis Inside, después de bucear largo tiempo en las malolientes y profundas simas de conocimiento frikil olvidadas en el tiempo... ha hallado el pedazo de historia que faltaba, y aquí os lo ofrecemos ¡disfrutad!
El joven rey Arturo fue sorprendido y apresado por el monarca del reino vecino mientras cazaba furtivamente en sus bosques. El rey pudo haberlo matado en el acto, pues tal era el castigo para quienes violaban las leyes de la propiedad, pero se conmovió ante la juventud y la simpatía de Arturo y le ofreció la libertad, siempre y cuando en el plazo de un año hallara la respuesta a una pregunta. La pregunta era: ¿Qué quiere realmente la mujer?.
Semejante pregunta dejaría perplejo hasta al hombre más sabio y al joven Arturo le pareció imposible contestarla. Con todo, aquello era mejor que morir ahorcado, de modo que regreso a su reino y empezó interrogar a la gente. A la princesa, a la reina, a los monjes, a los sabios y al bufón de la corte... en suma, a todos pero nadie le pudo dar una respuesta convincente. Eso sí, todos le aconsejaron que consultara a la vieja bruja, pues sólo ella sabría la respuesta. El precio sería alto, ya que la vieja bruja era famosa en todo el reino por el precio exorbitante que cobraba por sus servicios.
Aquí es donde esta el corte, ¿lo véis? ¿no? ¡exacto! ¿qué mierda le respondieron a Arturo toda esa chusma ignorante? ¿tenían alguna respuesta? y si es así, ¿cuál era? ¡allá vamos!
¿Qué quieren las mujeres, Gunar el herrero?
Pues las mujeres siempre quieren que les haga una llave maestra para abrir el cinturón de castidad que les poneno sus maridos cuando se van lejos de casa. Y después que compruebe si mi "llave del amor" encaja con su "cerradura" no se si me explico...
¿Qué quieren las mujeres, Tinbi el bufón?
Sin duda lo que las mujeres más desean es reir, pasarlo bien y divertirse. Y después que me meta bajo sus faldas y les haga un par de trucos malabares que aprendí siendo niño.
¿Qué quieren las mujeres, Olaf el vikingo?
Ah, las mujeres, ellas quieren que me tire sobre ellas y las posea por la fuerza, así disfrutan de mi ímpetu y ardor guerrero.
¿Estas seguro de eso Olaf?
Una vez acabo con ellas, mientras afilo mi hacha de dos manos allí mismo, siempre me comentan con una sonrisa nerviosa lo bien que se lo han pasado.
¿Qué quieren las mujeres, Yeni la campesina?
¡Un marido abstemio y que no juegue a los dados! Un hombre decente y trabajador para para compartir la vida con él... y un Hércules en el lecho, por supuesto.
¿Qué quieren las mujeres, Bedegast el guardián?
Ellas quieren sentirse protegidas y a salvo. Quieren que alguien cuide de ellas y no tener que preocuparse por el futuro. Y si el marido no esta, que las visite cuando todo el mundo duerme...
¿Qué quieren las mujeres, Silvan el bardo?
Lo que la mujer desea es que le digan que es la más bonita del reino, aunque no sea verdad. Quieren halagos sin fin... y después, por alguna extraña razón, que llame a Gunar el herrero...
¿Qué quieren las mujeres, Pam la prostituta?
Si me das dos monedas de plata te la chupo... ejem... te lo digo.
Toma cuatro monedas.
Las mujeres queremos, ante todo, respeto.
Ajá, ajá, ajá, ajá a todo lo que estes diciendo, ahora, y no porque sea tu rey, arrodíllate un poco, anda...
Llegó el último día del año convenido y Arturo no tuvo más remedio que consultar a la hechicera. Ella accedió a darle una respuesta satisfactoria con la condición de que primero aceptara el precio: ¡ella quería casarse con Gawain, el caballero más noble de la Mesa Redonda y el mas íntimo amigo de Arturo! El joven Arturo la miró horrorizado: era jorobada, feísima, tenía un solo diente, despedía un hedor que daban náuseas, hacia ruidos obscenos... Nunca se había topado con una criatura tan repugnante. Se acobarda ante la perspectiva de pedirle a su amigo de toda la vida que asumiera por el esa carga terrible. No obstante, al enterarse del pacto propuesto, Gawain afirmó que no era un sacrificio excesivo a cambio de la vida de su amigo y la preservación de la Mesa Redonda.
Se anunció la boda y la vieja bruja, con su sabiduría infernal, dijo: ¡Lo que realmente quiere la mujer es... ser la soberana de su propia vida!
Todos supieron al instante que la hechicera había dicho una gran verdad y que el joven rey Arturo estaría a salvo. Así fue: al oír la respuesta, el monarca vecino le devolvió la libertad.
Pero menuda boda fue aquella,... asistió la corte en pleno y nadie se sintió más desgarrado entre el alivio y la angustia que el propio Arturo. Gawain se mostró cortes, gentil y respetuoso. La vieja bruja hizo gala de sus peores modales, engulló la comida directamente del plato sin usar los cubiertos, emitió ruidos y olores espantosos.
Y llegó la noche de bodas. Cuando Gawain, ya preparado para ir al lecho nupcial, aguardaba a que su esposa se reuniera con él,... ella apareció con el aspecto de la doncella más hermosa que un hombre desearía ver. Gawain quedó estupefacto y preguntó que había sucedido. La bruja respondió que, como había sido cortés con ella, la mitad del tiempo se presentaría con su aspecto horrible y la otra mitad con su aspecto atractivo. ¿Cuál prefería para el día y cual para la noche?
íQué pregunta más cruel! Gawain se apresuró a hacer cálculos... ¿quería tener durante el día a una joven adorable para exhibirla ante sus amigos y por las noches en la privacidad de su alcoba a una bruja espantosa o prefería tener de día a una bruja y a una joven hermosa en los momentos íntimos de su vida conyugal?
¿Ustedes qué hubieran preferido... qué hubieran elegido? La elección de Gawain está más abajo, pero antes de leerla tomen su decisión...
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El noble Gawain replicó que la dejaría elegir por sí misma. Al oír esto, ella le anunció que sería una hermosa dama de día y de noche, porque él la había respetado y le había permitido ser dueña de su vida.
¿Cuál es la moraleja?
La moraleja es que no importa si la mujer es bonita o fea porque, en el fondo, siempre es una bruja.
5 comentarios:
no habia leido la version sin censura... pero esta me gusta mas
Buenísimo!! Me parece curioso que nos preguntes cuál hubiese sido nuetra elección si fuesemos el noble Gawain, y dejes de preguntarnos la razón de la bruja para elegir al noble. Sin duda yo hubiese elegido a Gunar el herrero !!!
muy buen post!
Mucho más bonito que "Sir Gawain y el caballero verde", donde va a parar.
me encanta porque así se dan cuenta en verdad q queremos las mujeres que no nos estén presionado q nosotras queremos libertad a decidir.
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